En entradas anteriores te contaba cómo fue mi embarazo, si te parecieron interesantes, hoy te cuento cómo fue mi embarazo: el parto.

Pero si no has leído las partes anteriores te dejo aquí abajo los enlaces:

1-Mi embarazo primer trimestre

2-Mi embarazo segundo trimestre

3-Mi embarazo tercer trimestre

Si ya estás al día con cómo fueron los trimestres anteriores de mi embarazo, hoy te voy a explicar como fue mi embarazo: el parto.

Como te iba contando, empecé con contracciones raras con un poco de dolor, dos días después de salir de cuentas.

Ese día por la mañana me notaba rara y según iba avanzando la mañana las contracciones que tenía que en un principio no dolían, se iban haciendo más regulares, más duraderas y poco a poco iban doliendo.

Estuve toda la mañana pendiente de ellas, mirando la duración y el tiempo entre una y otra, ahí con el móvil, jejeje. Mi madre me preguntaba: ¿qué haces con el móvil todo el rato?

Claro, en sus embarazos ella no usaba estas cosas, jajaja, y en el pueblo salían corriendo al hospital cuando rompían aguas.

En fin, cuando vi que las contracciones duraban más de un minuto y se repetían cada cinco minutos y dolían, pues le dije a mi pareja que viniera a buscarme para ir al hospital.

Mientras él venía a casa yo pude comer tranquilamente, y luego comió él. Como ya te dije anteriormente, cuando entras a urgencias sabes cuándo entras, pero no cuándo vas a salir y tienes que ir comida y surtida de agua, jejeje. Y no te pienses que nos fuimos a todo correr, las contracciones si que iban doliendo cada vez un poquito más, pero era un dolor soportable.

En el hospital

Cuando me cogieron en urgencias me pusieron las correas para ver las contracciones y mirarme el cuello del útero. ¿Te acuerdas que te dije que cuando me dieron el alta la última vez estaba dilatada de un centímetro y con el cuello borrado?

Pues seguía igual. 

Viendo que tenía bastantes contracciones y que estaba dilatada de un centímetro decidieron que me quedaba. Así que me mandaron a dar paseos al pasillo porque tenía que dilatar más.

Si entré sobre las 3 de la tarde al hospital, así estuve hasta cerca de las 8, dando paseos por el pasillo y volviendo a los monitores a cada hora. Y sí, tenía contracciones, y cuando me venía una tenía que pararme un momento hasta que pasara, pero las aguantaba muy bien.

En una de esas paradas para pasar la contracción, había otra chica por el pasillo igual que yo, pero cuando le venía una contracción se ponía a gritar, y yo le decía a mi pareja: creo que yo estoy demasiado entera.

Como te decía sobre las 8 de la tarde me volvieron a poner una vez más los monitores y vieron que las contracciones habían parado. Me miraron el cuello y había dilatado medio centímetro más. Con esos datos iba a ser difícil que pudiera dar a luz ese día, así que decidieron bajarme a una sala de parto cuando quedara alguna libre y me romperían la bolsa para que volvieran las contracciones.

En la sala de partos

Pues estando ya instalada y duchada, vinieron y me rompieron la bolsa. Fue una sensación muy rara, saliendo un chorro de líquido caliente y que no puedes hacer nada, y al minuto aproximadamente de irse las enfermeras empezaron las contracciones, pero esta vez nada que ver con las que había tenido hasta ese momento.

Las dos primeras contracciones aún las pude medio aguantar, pero la tercera tuve que llamar para que vinieran a darme algo porque no iba a poder aguantar mucho así. Cuando vino la enfermera me dijo que era muy pronto para ponerme la epidural porque no nos podíamos arriesgar a que se pararan de nuevo las contracciones. Así que tenía que aguantar un poco más y me dijo que me levantara de la cama porque así eran menos molestas.

Cada contracción dolía más, me daba igual dónde estuviera, y como sólo había ido a un par de clases de preparto, y no había querido ver videos de partos ni nada de eso, no tenía ni idea de cómo tenía que respirar ni nada.

Estaría unos 15 minutos con esas contracciones que me moría, no sé, quizá más o menos, hasta que vino una enfermera a decirme que ya habían avisado al de la epidural para que viniera, pero que tardaría un poco porque estaba con otra mujer.

A por la epidural

Entonces vino una matrona para explicarme cómo iba lo de la epidural, y cómo tenía que ponerme y respirar. Sentada en la cama como puedes, tienes que encorvarte hacia adelante y respirar cuando te clavan en la columna la pedazo aguja, y estar relajada y no moverte porque la puedes liar y todo para que después no me hiciera el efecto que debía.

No recuerdo cuantas veces me aumentó la dosis de la epidural, pero yo estuve sintiendo las piernas durante todo el parto.

El parto como tal duró poco más de una hora, pero fue bien. Al final conseguí no gritar con cada contracción y empujar bien para que saliera mi pequeño. Recuerdo que me preguntaron si quería ver cómo salía por un espejo, y dije que no porque me daba cosa. Y le preguntaron a mi pareja también y yo le decía que no, que viniera a mi lado para estrujarle la mano, jajaja.

Acabé agotada, y cuando salió la placenta y empezaron a coserme fue otra agonía, notaba cada punzada, y estuvieron casi dos horas para coserme. 

Con mi niño en brazos

Mientras tenía a mi niño en brazos recuerdo que me decían que tenía que estarme quieta, pero no podía. Me dolía cada vez más, y encima les escuchaba decir que no paraba de sangrar y que uno de los puntos se había roto varias veces. 

Acabaron sobre las 5 de la mañana de coserme y me llevaron a una cama de urgencias sobre las 10 o así porque necesitaban la sala y en planta todavía no había habitaciones. Así que te puedes imaginar todo lo que pude descansar, añadiendo además el tema de estar pendiente de esa personita a la que acababa de conocer.

Por suerte yo dí a luz antes de la pandemia y pude estar en el hospital 2 noches más, en ese tiempo vimos que mi peque no se agarraba bien al pecho y tuvieron que cortarle el frenillo.

Y los siguientes días tampoco fueron nada fáciles, pero eso te lo contaré más adelante.

Espero que estés disfrutando con mi experiencia.😜🙋‍♀️