Las invitaciones de una boda son la carta de presentación del evento que has empezado a organizar, y elegir una invitación no es fácil, ya que a la hora de elegir el estilo y texto, aparecen una infinidad de interrogantes.

Las invitaciones tienen tres objetivos principales: hacer público el compromiso, proporcionar la información del tan esperado evento y dar una referencia del tipo de boda que encontrarán sus invitados.

Existe una gran variedad de tipos, en cuanto a formato, diseño, materiales utilizados; también podemos encontrar invitaciones informales e invitaciones formales.

Las tarjetas informales y más creativas, siempre son emocionantes de recibir, además que te permiten salirte un poco de lo convencional y darle un toque divertido a la celebración, se ajustan muy bien a bodas temáticas como bodas campestres, tropicales o de playa.

Para la elección de las invitaciones se puede acudir tanto a empresas que hacen invitaciones prediseñadas, como a diseñadores gráficos o ilustradores que pueden realizar un diseño exclusivo, y claro, la elección de una u otra opción aquí dependerá del presupuesto de cada pareja, ya que no es lo mismo escoger con una invitación prediseñada  a la que sólo hay que hacer cambios en el texto, que hacer un diseño desde cero.

A la hora de hacer un diseño desde cero, personalizado, se tienen en cuenta muchos puntos, los gustos, las aficiones, los empleos, un paisaje representativo, tipografía, el formato de la invitación: cuadrada, rectangular, redonda, tarjeta de una o dos caras, díptico, tríptico, tarjeta con elementos móviles, en tres dimensiones; los materiales que se van a utilizar: papeles de diferentes gramajes, el acabado de los papeles: mate, brillo, satinado, laminado; otros materiales como: lazos, cuerdas, flores, telas, lanas, plásticos, cartones; si la invitación va a llevar fotografía; los sobres u otros elementos contenedores como pueden ser cajas…; si vamos a poner con la invitación confeti o arroz…; son muchas cosas que hay que pensar, y por eso es muy recomendable decidir primero si el evento va a ser algo formal o no, si va a ser algo campestre o más urbano, moderno o retro, los colores que van a predominar, y después de pensar en ello, tener en cuenta también que podemos hacer que todo esté relacionado, invitaciones, decoración del lugar de celebración, tarjetas de las mesas, menús, tarjetas de agradecimiento, las tarjetas que van en los detalles…

En fin, el tema de las invitaciones de boda se ha convertido en todo un arte, y en algo con lo que se intenta impresionar a los invitados, que reconozcan en cada detalle la esencia de los novios y que no se olvide el gran día fácilmente.

Y ahora os quiero dejar un ejemplo de una invitación personalizada, sí, es la invitación de la que os hablé la semana pasada.

Fue un encargo de una amiga, ella tenía muy claro que quería una invitación original y con un elemento móvil, así que después de darle vueltas, observar otras invitaciones del mismo tipo y teniendo en cuenta sus gustos, pensé que algo que podría encajar y además ser algo personal para ellos, podría ser incluir un paisaje del pueblo donde vivían, y lo cierto es que sí les gustó la idea y éste fue el resultado final.

La verdad que al principio no pensé que fuera a costar mucho realizar todas las invitaciones, pero lo cierto es que lleva más trabajo del que parece, además del diseño previo con bocetos manuales y después en ordenador, es un trabajo de manualidades en toda regla, ya que ésta invitación se compone de cuatro partes diferentes y el recorte del elemento móvil está hecho a mano, sin máquinas, y además está el mecanismo para hacer que el muñeco suba y baje al sacar o meter la tarjeta donde está escrito el texto.

Por todo eso, el precio final de esta invitación son 6,25€ la unidad.

Espero que os haya gustado.  😉